Lugares para visitar: Santa Lucia, legado de herencia marabina

Con la parroquia Santa Lucia iniciamos unos de los temas que se desarrollarán en este blog "Lugares para visitar". Donde se mostrarán lugares de interés turísticos en Maracaibo y otros sitios del país.

Si algún lugar de la capital zuliana conserva un sin fin de testimonios vivos de siglos de historia que dan inicio en la ciudad portuaria, ese lugar es Santa Lucía.

Hablar de la arquitectura popular de Maracaibo es hablar de El Empedrao, como también se le conoce. Ubicado entre las avenidas El Milagro y Bella Vista, en la parroquia Bolívar, su estilo de casas de colorido vibrante, techos altos, gárgolas, amplios ventanales, zaguanes y elevadas puertas, resume los conceptos que establecieron las ciudades del continente durante la colonización. Lo primero que destaca en este sector ubicado en pleno Casco Central de Maracaibo es el uso sin medidas del color, expresión indiscutible del carácter efervescente y alegre de sus pobladores. Los ojos se estimulan entre tantos tonos fuertes y todas sus combinaciones: rojo, amarillo, verde, azul, naranja. Todavía sus casas conservan la organización de cuadrícula española, de fachadas altas y continuas, en su mayoría de estilo colonial. Sus calles son angostas, algunas de piedra, sólo para que transiten las personas.

Allí, la calle es un ámbito afortunado para el diario encuentro de todos los lugareños. La casa empedraera está realizada en función de una vida comunal, donde sus residentes están estrechamente relacionados. Los enlosaos y las angostas vías de Santa Lucía son sitios predilectos para la tertulia cotidiana de sus afectuosos habitantes. El templo en honor a la patrona, Santa Lucía, enclavado en el sector, es el único en estilo gótico de la ciudad. Cuna de poetas y gaiteros, Santa Lucía es vivo testimonio de pasado donde aún perviven las ricas tradiciones, costumbres y gentilicio del alegre marabino. Al visitar este tradicional centro urbano, zulianos y extranjeros entran en contacto con nuestras raíces. La gente se sienta en el frente de sus casas al atardecer, con frecuencia se puede escuchar el toque de un grupo gaitero (sobre todo los jueves, días de la caimanera gaitera donde en ocasiones el visitante se puede topar con una de las celebridades de la gaita), las conservas de coco son un deleite como toda la dulcería criolla, y es de rigor tomarse un cepillao de fruta o un cerveza fría para quitarse el calor mientras algún lugareño cuenta un chiste.

Fuente: http://www.zuliaturistica.com/