La Ciudad Prohibida, durante 500 años la capital del imperio chino, está ubicada en el corazón de Beijing. Desde 1420 hasta 1912, fue el hogar de 24 emperadores chinos. Más que un palacio residencial, era una ciudad dentro de otra, la sede de un enorme gobierno burocrático que regía el imperio más populoso de la Tierra.
La Ciudad Prohibida, de la que se dice que tiene 9.999 habitaciones, es el complejo palaciego más grande del mundo. Los edificios del palacio en su conjunto, construidos casi en su totalidad de madera, han sido reconocidos por las Naciones Unidas como un sitio del Patrimonio Mundial. Era verdaderamente una ciudad "prohibida". Durante siglos, sólo podían ingresar el emperador, su familia y sus funcionarios y sirvientes más importantes. Una ejecución rápida y dolorosa era lo que le esperaba a quien se atreviera a pisar sus sagrados recintos.
En el siglo XX, la Ciudad Prohibida sufrió una extraordinaria y milagrosa transformación. El siglo comenzó con la muerte de una dinastía y el desalojo del último emperador, Pu Yi. Su abdicación en 1912 marcó el final de mil años de reinado imperial en China y 500 años de que la Ciudad Prohibida fuese la capital del imperio. Cuando se reabrió el palacio, en 1925, la cantidad de visitantes era tal que se producían congestiones de tránsito en Beijing. Pero la agresión de los japoneses de 1931 precipitó el traslado del museo.
En la actualidad, la Ciudad Prohibida está reconocida como sitio del Patrimonio Mundial. Hoy, después de 600 años del comienzo de la construcción del edificio original, se está llevando a cabo un gran proyecto de restauración. Ahora cuando se realizan inesperados e impresionantes descubrimientos, al combinarse técnicas antiguas con tecnologías modernas para restaurar el palacio más grande del mundo.
Fuente: natgeo.com
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